miércoles, 16 de marzo de 2011

“No seremos una lista colectora”
24.02.2011 | 22.27 Comentar   |   

Foto: Pablo Stubrin
 
El líder de Nuevo Encuentro confirmó su candidatura a gobernador de Buenos Aires y adelantó su apoyo a una posible reelección de Cristina Fernández. Su defensa del proyecto K y sus críticas a la oposición.
 
Por Carlos Romero

Cuando Martín Sabbatella confirmó su candidatura a gobernador de Buenos Aires levantó polvareda en diversos sectores del PJ. No sólo por su oposición al actual mandatario provincial, Daniel Scioli, sino por su apoyo declarado a una futura reelección de Cristina Fernández. Para muchos, una ecuación contradictoria. Sin embargo, para el actual diputado de Nuevo Encuentro –y ex intendente de Morón– se trata de un posicionamiento que no debería generar enojos al interior del peronismo. “En definitiva –confiesa– lo importante es que la candidatura de la Presidenta sume la mayor cantidad de adhesiones posibles. Ella expresa el rumbo, garantiza la defensa de su continuidad y abre las puertas para profundizarlo. Eso no significa que nosotros coincidamos con el sciolismo o viceversa. Y tampoco tiene que ver con un debate que oponga peronismo con progresismo, porque hace rato que el peronismo rompió la barrera del PJ y se expresa en todos lados, en distintos partidos y también en Nuevo Encuentro, una fuerza política que se nutre de diversas tradiciones y culturas políticas, hombres y mujeres que vienen del radicalismo, del socialismo, de movimientos sociales y también del peronismo.”

–Usted apoya al gobierno nacional marcando críticas y fuertes diferencias con representantes del oficialismo. ¿No considera lógico el enojo de ciertos sectores del PJ?

–Puede ser. Lo que digo es que apoyar a Cristina Fernández no nos convierte en una fuerza oficialista en la provincia de Buenos Aires. Hay muchos sectores que coinciden con el rumbo de la política nacional y no apoyan a la gestión provincial. Es un dato de la realidad que puede expresarse a través de diversos candidatos y propuestas.

–De hecho, también se pronunció a favor de la candidatura de Agustín Rossi en Santa Fe. ¿Considera que representa a los dirigentes del kirchnerismo con los que se siente identificados?

–Tenemos una muy buena relación, como con Daniel Filmus y otros compañeros, como los de la Corriente Nacional de la Militancia, con los que tenemos coincidencias respecto de hacia dónde vamos. Podemos tener diferencias sobre qué construir o los métodos a utilizar pero la sociedad que imaginamos es muy similar. Nosotros creemos que hay muchos que hoy pertenecemos a espacios políticos distintos pero sería muy natural ir encontrándonos y poder dar nacimiento a una fuerza política y social que comparta el camino común a transitar.

–¿Eso significa que existe más de un proyecto nacional y popular dentro del kirchnerismo?

–Lo que nosotros definimos desde Nuevo Encuentro es una valoración del rumbo que empezó a recorrer la Argentina desde 2003, un camino que está ordenado por una matriz de pensamiento distinta de lo que vivimos o sufrimos anteriormente. Ese rumbo significó dejar atrás paradigmas asociados al modelo neoliberal, a lo que fue la década del ’90, y empezó a delinear uno ordenado por la recuperación del rol del Estado y la valoración de lo público. Es decir, pensar justamente el futuro de nuestro país sobre la base de la integración regional y las relaciones con los pueblos de América del Sur, la incorporación de la perspectiva de derechos humanos, la generación de políticas públicas concretas como la Asignación Universal por Hijo, la recuperación y estatización de la jubilación, la extensión del sistema jubilatorio, la nueva Ley de Medios, el desendeudamiento de la Argentina, el tener una fuerte vocación de fortalecer el mercado interno y, por lo tanto, avanzar en el consumo de los sectores populares. Esos grandes lineamientos, que se inauguraron en el 2003, están anclados en la vida cotidiana de la gente porque entran en el corazón de las familias populares. Y creemos que hay que protegerlos, cuidarlos y profundizarlos. Por eso, la defensa de rumbo es por lo hecho y por lo que falta, como las políticas para construir una nueva matriz productiva y distributiva más justa de crecimiento. En ese contexto, consideramos que este proceso político está sostenido por distintos sectores y fuerzas, con las cuales coincidimos o nos diferenciamos. No es lo mismo lo que expresa el rumbo nacional que lo que expresa el rumbo tomado en algunas provincias o distritos. Doy un ejemplo: el gobierno nacional planteó la no represión de las protestas sociales y Gildo Insfrán en Formosa se jactó de que su policía actuó bien cuando terminó con la vida de compañeros tobas en las rutas. Claramente ahí confluyen miradas distintas del proceso que vive la Argentina.

–Algunos rumores indicaron que podría ser compañero de fórmula de una eventual candidatura presidencial de Cristina Fernández. ¿Cómo evalúa esa posibilidad?

–Leí al respecto pero la verdad que nosotros jamás discutimos o pensamos eso. Tampoco participamos de la toma de decisiones de este tipo. Estamos convencidos de la necesidad de que la Argentina siga avanzando y que, para eso, es importante la reelección de Cristina y la construcción de nuestro perfil, con nuestra fuerza política de candidatos en muchos municipios, como los de la provincia de Buenos Aires. Eso es lo que queremos.

–Por ahora, definió que será candidato a gobernador. ¿Qué opina del resto de sus posibles rivales, como Daniel Scioli, Francisco de Narváez o Margarita Stolbizer?

–Con el gobierno de Scioli tengo diferencias puntuales. Por ejemplo, a contramano de la decisión nacional de crear un Ministerio de Seguridad –que jerarquiza el abordaje de políticas en esa materia y le otorga una perspectiva de seguridad democrática, de abordaje integral de la problemática y de recuperación del control político y civil sobre las fuerzas con la designación de Nilda Garré al frente de la cartera–, el gobierno provincial retrocedió sobre las reformas que se habían planteado y recuperó un discurso de demagogia punitiva y manodurista, efectista, mediático, sin resultados concretos, devolviéndole poder a la Policía Bonaerense. Por otro lado, considero que los representantes del grupo A, como el resto de la oposición, formaron parte de la estrategia de sectores conservadores de la Argentina que intentaron convertir al Congreso en una suerte de bufete de abogados de la defensa de los intereses corporativos del país. Los de la Coalición Cívica se convirtieron en una suerte de derecha republicana y los del Pro, incluido también De Narváez, como una expresión de derecha atendida por sus dueños. Si antes eran los empresarios del menemismo, ahora son sus dueños. Por otra parte, creo que la UCR, a contramano de su historia, termina también siendo parte y constituyéndose como la derecha del sistema político actual, más allá de sus propios candidatos y sus perfiles, porque puede ser que agarres y le hagas un múltiple choice a alguno de los candidatos y den progresistas, pero el problema después es a qué estructuras y estrategias políticas, intereses y a qué objetivos terminan representando. En general, todo el arco opositor ha quedado hegemonizado por un pensamiento conservador, donde algunos hacen una lectura equivocada del presente y terminan siendo funcionales.

–¿El caso de Pino Solanas se inscribe en ese espectro?

–Sí. Piensan que hay que oponerse a todo y terminan en un marco de alianza hegemonizado por el pensamiento conservador. La realidad es que más allá de su historia, de que sea consciente o inconsciente, si se sienta en la banca y les da mayoría a ellos, por más discurso que haga, en la práctica termina ayudando a esa estrategia. Este gobierno no es más de lo mismo, como dicen. No es lo mismo tener relaciones carnales que apostar a la integración regional, la política del indulto que una política de derechos humanos, la Corte menemista que esta que tenemos ahora, la asignación universal que ninguna política social o la jubilación privada que una estatal.

–Su apoyo a Cristina Fernández generó una discusión respecto de las listas colectoras...

–Y es un error.

–¿Por qué?

–Porque en realidad no seremos una lista colectora. Estamos hablando de fuerzas políticas que adhieren a una fórmula presidencial. Las colectoras se utilizaban como mecanismo para resolver evitar las internas partidarias. Esto es otra cosa. Se trata de una fuerza política que adhiere a una fórmula presidencial. Nuevo Encuentro tiene sus candidatos y adhiere a una fórmula presidencial. Si después la boleta va pegada o no, es una decisión que tomará la fórmula presidencial y la fuerza que representa

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